LA GUERRILLERA DE COCORNÁ
Primer concurso municipal de relato corto sobre no violencia contra la mujer. Sabaneta - Antioquia, 2019 |
Primer 1er puesto, (categoria adultas)
relato
Les
relatare un suceso de la vida real, marcado, no
el suceso en sí, sino este cuento,
por las faltas de memoria que los "coqueteos
del alemán" hacen ahora más
frecuentes y letales. Letales, sí, porque paso olvidando las gafas,
el libro que estoy leyendo, qué iba a hacer al llegar al cuarto o a
la cocina, entonces pierdo tiempo pensando y recorriendo toda la casa
para solucionar estos inconvenientes. … Podría escribir sobre
olvidos, pero no es el tema, verdad?
Sucedió
el 4 de Marzo de 2007, increíble hace más de 10 años ...No
lo sabría si no fuera porque encontré un pequeño apunte en una
libreta donde voy escribiendo de vez en cuando, sobre caminatas y
viajes, dos de mis aficiones junto con leer y charlar. Me encanta
escuchar historias, conversar y componer el mundo a punta de
percepciones, uno que otro dato y buenos deseos.
Pero
volvamos al cuento, ese día Domingo, Jorge, un historiador, su novia
Gloria, Lucy, María Eugenia y yo, nos encontramos en Cocorná, (o
tal vez ¿veníamos juntos desde Medellín?, no
lo recuerdo.
En la libreta dice “Hablamos con Hectalibar de la Casa de la
Cultura, Camino de la Roca, desayunamos arepa, queso y chocolate en
el restaurante Marimar, por $2.000. Bajamos por frente a la iglesia,
tomamos a la izquierda rumbo al Km. 7” ), ...Hora y media de
caminata por un camino veredal muy agradable porque el historiador
iba haciendo comentarios, ojalá yo los hubiera anotado, ahora
fácilmente mi cuento sería más largo e interesante.
Íbamos
para la finquita de Máximo, de “Caminantes por la vida” de
Bello, un grupo de adultos mayores que caminaba, (tal vez siguen
caminando los Jueves, salen tempranito 6 a.m. o 7, -el
que llega tarde se "queda").
Debo hablar de Máximo porque creo que estaba enamorada de él,
bueno, no tanto, pero si me inspiraba ternura y admiración. De unos
65 años, gordito y de baja estatura, nada del otro mundo,
más bien poco atractivo, muy callado pero tan educado, amable,
generoso y por sobre todo, a pesar de ser muy creyente, (debo decir
que la gente rezandera, no me cae muy bien, soy
atea,
a Dios gracias),
...a pesar, digo, de ser muy creyente, tanto que ayudaba en las
misas de su barrio en Bello, era una persona coherente y nada
moralista. Por ejemplo le pagaba bien al matrimonio que le cuidaba la
finquita y los trataba con mucho cariño, se veía que ellos también
lo apreciaban.
Me
parece que llegamos como a las 10 a.m. a su casa, (la casa de los
cuidanderos quedaba más arriba). Estuvimos charlando y luego
recorrimos los alrededores, mucho verde y flores por todos lados,
luego bajamos un poco hasta la “piscina”
de la confluencia de dos arroyos, Máximo la construyó con un muro y
unas compuertas que permitían dejar salir el agua cuando lo
necesitara o deseara. Nos bañamos. Esas piscinas de agua natural me
gustan, esa es otra de mis aficiones: nadar o simplemente estar en el
agua Muchas veces he deseado poder bañarme desnuda sentir el
contacto del agua con toda mi piel, pero en fin no se ha podido,
...<<ni creo que me atrevería a hacerlo: en el internado me
duchaba con chingue;
la desnudez es prácticamente "pecaminosa" para mí, a
pesar de los años y de las ideas diferentes de ahora, tanto de la
época como personales mías>>. Lo que sí, (será para
compensar), es que me puedo bañar en público en el mar en ropa
interior, sin problemas, ...<<eso sì, ropa interior
"señorera">>.
Subimos
a almorzar en la casa de los cuidanderos. Había mucha gente, (es
decir, para una reunión privada).
Además de nosotros me parece que había al menos unos 8 campesinos,
a ellos les estaban dando jugo o refresco. Terminado el almuerzo,
Máximo se retiró a hablar con dos de ellos y enseguida una
jovencita empezó un discurso, todos nos paramos a oírla: dijo que
ella y su compañero, (sin señalarlo), eran guerrilleros de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, que luchaban
contra la injusticia y la desigualdad, contra la falta de salud que
hacía posibles los paseos de la muerte, niños y ancianos mueren
recorriendo hospitales y puestos de salud, cuando no de desnutrición,
etc., etc.
La
guerrillera, era delgada, la piel manchada por el sol, el cabello
maltratado y medio amonado, lo que indica desnutrición. Lo cierto es
que, como suelo hacerlo frente a jóvenes y niños, me imagino que
son mis nietos y siento gran ternura y una terrible tristeza cuando
los veo en malas condiciones o situaciones peligrosas.
Su
discurso duró como unos 20 minutos. (Señalar las desgracias de
Colombia puede durar muchas horas. Ella dijo que solo había señalado
algunos de nuestros males. Nos entregó un panfleto donde según ella
se resumían sus palabras y por ende el objeto de su lucha y la de
sus camaradas).
Al
terminar de entregar los panfletos, no pude resistirme y me le
acerqué:
-
Todo lo que has dicho es verdad, pero no te parece que podríamos
tratar de cambiar todo eso sin matarnos? Me entristece que siendo
tan joven, estés todos los días exponiendo tu vida.
-
Eso es imposible, aquí no hay una verdadera democracia.
La
abracé y ella lo permitió. Con todo mi cariño le deseé suerte.
Entretanto
su compañero hablaba con Máximo y ella se le unió. Los dos
guerrilleros no mostraron sus armas ni nos amenazaron. Bueno, no
estoy segura de que fueran solo dos. Le pidieron plata y establecer
como una mensualidad de 60.000 pesos, Máximo les dijo que él era un
pensionado pobre y que pagaba bien a su mayordomo y que no le quedaba
plata para pagar nada más, pero que iba a ver qué podía hacer.
Hacía
al menos 4 años que Máximo no iba por su finquita, había regresado
unas dos veces en este año y esta vez pensaba quedarse unas semanas,
pero ante los hechos, dijo: viajo con ustedes, -otra
vez estos sinvergüenzas ...
Cocorná
queda en una hondonada, bajando de la autopista Medellín-Bogotá a
la izquierda, es de un clima muy agradable y tiene un río, (me
parece que es el Porce), de aguas hermosas, limpias, de un como
verdecito claro,
lleno de piedras. Algunos, tal vez comerciantes del turismo, han
hecho pozos muy grandes y con suficiente profundidad y como en el
gobierno de Uribe han logrado espantar a la guerrilla va mucha gente
a gozar de esos estaderos.
Por
el camino de Cocorná al Km. 7 donde quedaba la finquita o parcela de
Máximo, había muchas viviendas abandonadas, algunas con pequeñas
“piscinas” ahora convertidas en charcas de sapos. Neveras y
muebles herrumbrosos y carcomidos, melancólicas señales de épocas
mejores. Quien sabe de cuántas ilusiones poderosas, pues la verdad
se veía a las claras que no eran ni mansiones, ni haciendas. Es
más, yo diría que eran sólo pequeñas parcelas vigorosamente
trabajadas a punta de esfuerzo y berraquera. En una vimos a toda una
familia limpiando, hicimos bromas sobre arrimar al regreso si nos
guardaban alguito de sancocho, pues ya el fogón estaba prendido
...<<y alguien pelando el plátano y la yuca>>.
Viajamos
en el bus de las 6 p.m., con Máximo muy triste y nosotros no menos,
pues su generosidad, nos había permitido planear venir en otra
ocasión a quedarnos varios días, (… otra de mis aficiones: el
campo). -La verdad no creo que la guerrilla pueda volver a adueñarse
de este territorio-, nos decía Máximo, -pues hay mucha presencia
de ejército, no entiendo el atrevimiento de esta gente. -Llegar
como si nada a las mismas, creerán acaso que pueden encontrar alguna
clase de apoyo escudados en las condiciones reales de pobreza de
muchos campesinos? -Están locos. Nos contó que esa guerrilla
había matado a una maestra hacía años, un suceso doloroso que
nadie había podido olvidar, amén del boleteo, el miedo y la
zozobra.
Yo
no podía olvidar a la joven guerrillera y rogué por su protección
y cambio de vida mediante algún hecho milagroso. Ni tan milagroso me
decía, está de moda: el gobierno vive hablando de eso, la entrega
voluntaria, renunciar a las armas, pudiera ser, <<-que sea …
-por favor Dios>>.
Pero
luego recordaba la vehemencia de sus palabras y su convencimiento de
estar en la senda correcta, en la lucha por la liberación, la
justicia y la igualdad; … y de nuevo a la tristeza.
Por
ahí como el jueves llamé a Máximo, a ver qué había sabido del
Km. 7. -Mataron a la guerrillera, hubo un enfrentamiento en el río y
la mataron. Sí que lloré, como lloré, como cuando mataron a
Galán, a Pizarro, a Jaime Garzón… Seguramente ella tenía mamá,
hermanos, abuelos, ilusiones, juventud, me constaba. No sería
noticia en ningún periódico, pero en mi corazón no solo era una
triste noticia sino una gran pérdida: una joven, así fuera
equivocada, capaz de luchar por unos ideales. … <<¿Se
habría resistido? O a pesar de rendirse era mejor matarla>>,
… pues el gobierno recompensaba por "guerrillero muerto".
Sombras,
horribles presupuestos.
Máximo no sabía mucho.
Unos
meses después murió Máximo, otra pérdida irreparable; aunque no
éramos íntimos, un poco a lo platónico, yo lo quería mucho.
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¿No
se quedaron pensando que es eso de los coqueteos
del alemán?
...
Maria
Sandoval, 2017
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